Si bien la semana pasada exploramos un bonito barranco "fosil" partiendo desde uno de los grandes miradores de los Picos, el de Urdiales... esta semana lo hicimos del que para mi es el mirador por excelencia de los Picos y sin duda, una de las zonas con mas historia de toda la Cordillera Cantábrica desde el punto de vista del pastoreo, la vega de Ariu! que aunque quizás parezca no encajar con un post a cerca de un nuevo barranco, no hay que olvidar que los pastores nos han abierto muchos caminos y sin duda, ha entrado hasta donde humanamente ha sido posible.
Nosotros ahora, podemos dar un paso mas, gracias al material y las nuevas técnicas.
Esta vez y aunque contaba con formar un equipo de nuevo de cuatro personas, tanto para repartir peso como para lo mas importante, compartir buenos momentos entre amigos en el monte, tan solo pude ir en compañía de Álvaro, chaval que en estos momentos está acabando la formación de técnico de barrancos en Kirolene y que sin duda viene con mucha fuerza y en especial, ganas.
La gran ausencia por mi parte fue el compañero habitual en este tipo de faenas, Eduardo Diaz que por causa mayor no pudo venir, aunque sin duda lo repetiremos juntos.
Subimos en coche hasta el Cantón del Texeu en compañía de mis padres, que me bajarían el coche y de paso, darían una vuelta por donde han pasado muchos años de la vida e infancia. Nosotros tan solo teníamos un objetivo, la Vega de Ariu para hacer noche y bajar a Poncebos al día siguiente como final de la aventura obligado, ya que al día siguiente había que trabajar y si o si había que llegar.
Allí se crió mi padre y junto con mis abuelos y tíos levantaron un refugio que hoy en día guardan dos buenos amigos realizando la misma labor, que antaño mis abuelos hacían criando a sus hijos mientras se buscaban la vida elaborando quesu y cuidando el ganau, mis amigos sin embargo lo hacen guardando un refugio con dos hijos que sin duda reflejan lo que es la vida en la montaña, dureza, destreza y una edad mucho mas avanzada de la que les corresponde en su ficha de nacimiento.
Allí realizó labores de rescate, guiado, elaboración de quesu y como bien apunté antes, criar a 9 hijos en la "miseria" de unos años, donde los marqueses reinaban y allá donde ponían un pié, bautizaban el terreno como ha sido el caso de este bonito y simbólico refugio, historia de la dura vida de los pastores.
Está claro que un trabajo así, tiene que ser vocacional o bien, provocado por una gran necesidad de buscarse la vida o sacar a una familia adelante, sea cual sea el coste y esfuerzo, ya que la vida allí es muy dura.
Nunca debemos de olvidar, que por encima del dinero o intereses... está la hospitalidad y las personas. Para mi la hospitalidad a día de hoy en Ariu es impagable gracias al gran trabajo de Nacho, sin embargo, ésto no ocurre en todos los lugares de nuestras montañas.
Justo por debajo y en su vertiente sur, se encontraba nuestro objetivo, un barranco fósil que sirve de cabecera a la conocida riega de las Hojas, y que tras nuestra llegada a Caín y diversas conversaciones con familiares y cainejos, nos confirmaban que se trataba del "Burdiu las bolugas".
Entrar desde Caín por el sedo de Oliseda hasta la cabecera o bien y aunque las larga en distancia y tiempo, entrar por Onis y hacer noche en la vega de Ariu para al día siguiente, pasar por el Juracau entre el Jultayu y el Cuvicente.
Las pesadas mochilas y también el recorrido en travesía junto con la visita de Ariu, hizo que me decantase por la segunda opción.
Decir y seguro para alguno que yo me se le sirve de muy buena información... me intrigaba conocer un acceso diferente a la vertiente sur del Jultayu, por la izquierda del mismo según salimos de la Vega de Ariu que según me confirmaron en Caín, se conoce como el Gorbizu, y donde ya mi abuelo lo utilizaba de paso cuidando el ganau y seguramente durante su etapa en Oliseda, pero que sin embargo, el la actualidad algún pastor Cainejo lo sigue usando.
Ya hay una excusa para volver, ya que en esta ocasión el tiempo era oro, y en una aventura así hay que exprimirlo al máximo.
Tras hacer cima en el Jultayu, descendimos su arista en dirección al Cuvicente para pasar por el Juracau mediante una canal muy vertical que con mochilas pesadas, pues hay que tener cuidado y poner todos los sentidos en ella.
Tras descenderla lentamente, llegamos a la base sur del Jultayu y ya solo quedaba travesar hasta la cabecera del barranco por unas playas de hierba muy verticales en el plano superior a las de Oliseda.
Aunque en su día ya me contaba mi abuelo Cirilo, hablando con mi padre me contaba que ya desde muy pequeños, creo recordar 2 - 3 años, subían desde Caín a Oliseda donde los tenían que atar debido a su juventud y a una tía "meter" en el "zurrón" mochila del pastor), en los famosos "sedos de Oliseda". Ver para creer! yo tengo un hijo de 9 años y no soy capaz de imaginármelo.
Cuanta historia tienen esas canales y majadas y que pena es que todo se pierda centrándonos a veces tan solo el récords, números, grados y ascensiones..... sin embargo que interesante y alucinante era la vida de éstas familias y el poder de supervivencia y sacrificio que tenían tan solo para sacar a sus hijos adelante.
Tras llegar a la cabecera de la canal-barranco, estudiamos muy bien por donde entrar, ya que como obstáculo teníamos las fuertes pendientes herbosas que se precipitaban hacia el vacío de la canal, junto con regueros de piedra suelta donde a penas te podías poner en pié o estar estable.
Tras unos des trepes un tanto expuestos, optamos por instalar un ráppel de unos 60 metros a tope de cuerda hasta el fondo de la canal, y comenzar así a aventura del Buridu las Bolugas.
El comienzo del barranco como tal y tras superar la torrentera de piedras sueltas, presentaba una zona encajonada entre bonitas y altas paredes, con des trepes muy entretenidos y varios ráppeles de hasta 30 metros sobre roca muy buena y hasta el momento seca.
Ahí estaba el gran salto que buscábamos, una caída de unos 140 metros hacia una zona aun si cabe mas encajonada, realizándolo en tres ráppeles (50, 60, 30) debido a que íbamos a cuerda de 60 metros.
Un ráppel muy bonito enlazando dos badinas secas nos dejó en la cabecera de otro espectacular ráppel de 60 metros que cae sobre la cueva de la Vara, donde el barranco se abre para volver a cerrarse en la parte activa de la riega de las Hojas.
La riega de las hojas nos presento muchos des trepes, algunos bastante raros y peculiares, ráppeles cortos y zonas de caminar entre algo de maleza. Tras superar una primera parte encajonada, se abre de nuevo en un tramo seco y abierto donde de nuevo se aprecia un camino muy cerca de la entrada a la ultima parte encajada y final de la riega como tal, donde nos encontramos dos rappeles instalados (30 y 12 metros) muy bonitos y con agua.
Era de esperar que este pequeño encajonamiento estuviese mirado debido a la cercanía con el pueblo.
Sin duda presta visitar este pueblo que durante muchos años y ya cientos de días trabajando he podido gozar de su buena gente, generosidad y hospitalidad.
Parada obligada en el bar de Javi donde siempre me tropiezo con conocidos y parientes, que tras contar un poco la aventura, sacarles información muy útil y un par de cervezas gracias a la generosidad de Javi, nos pusimos rumbo hacia Poncebos recorriendo a pié la ruta del Cares ya con la luz de nuestros frontales.
En Poncebos nos esperaba Chili, el cual nos recogería para volver al punto de partida, Benia. Muchas gracias a Chili, que aunque no pudo venir, prestó su ayuda como siempre.
Como siempre disfrutamos de un gran día por el monte en buena compañía recorriendo un lugar salvaje con mucha historia familiar y de pastores, que grandes eran! ahora a seguir planificando mas y tratar de descubrir nuevos rincones de nuestra tierra, aun con mucho por ofrecer y descubrir seguro.
Mucha fuerza también para dos amigos y compañeros del GAE que han ido a colaborar y trabajar en el rescate de manera como todos voluntaria y como muchos otros espeleos Españoles en contra de nuestro penoso gobierno, donde incluso otros países están ayudando y el rescate depende de limosnas y ayudas. Pena de no haberme enterado a tiempo ya que sin duda me hubiese gustado ayudar y participar, pero al menos "hemos" mandado a gente muy buena y competente.... mucho ánimo y fuerza a todos y tan solo queda ayudar económicamente desde aquí.
Para ello, dejo el numero de cuenta donde se puede ingresar dinero para colaborar con el rescate de Cecilio, recordar que nunca se sabe si mañana seremos cualquiera de nosotros, bien sea en nuestras vacaciones, casas, coche o cualquier ámbito de la vida.
Nuestro amigo y compañero Cecilio López-Tercero (Ceci) sufrió, el pasado jueves 18 de septiembre, un accidente en la cueva Inti Machay de Perú mientras participaba en una expedición para la investigación y exploración de la cueva Inti Machay, cercana a la ciudad de Chachapoyas.
Dado que la Federación dispone de recursos limitados para enviar efectivos, se solicita la colaboración de todo el que pueda ayudar, por lo que se ha puesto a disposición un número de cuenta para todo aquel que quiera colaborar:
Desde España: C.C. 1465 0100 96 1900147524 (ING DIRECT)
Desde fuera de España: IBAN ES38 1465 0100 96 1900147524 (SWIFT/BIC INGDESMM)
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