Llegó el fin de semana, que tras cuevas varias, mucha deportiva y de nuevo equipando vías nuevas en Berodia, esta ve "deslomao" por un proyecto nuevo en un techo bastante majo, tocó preparar mochila y material de vivac, para pasar todo el fin de semana explorando en una de las grandes cuevas en las que se está trabajando, o mejor dicho que el incansable de Mumy está sacando "oro" y un cuevón de escándalo, eso si, con la ayuda claro de los habituales de Semuñón.
Quedamos bien temprano, con una previsión de tiempo bastante pasada por agua, y tras los cafés de rigor y aproximarnos al lugar donde tendríamos que comenzar a caminar, empezó a llover y de que manera.... hay pocas cosas peores que entrar a una sima empapado y en la cual tienes que vivaquear, y mas si ésta es ya de por si muy fría y húmeda.
"Echando" el café, nos juntamos de casualidad con Toñín y David, que tenían pensado ir hasta Oceño a visitar una de las joyas que estas semanas de atrás revisamos y acabamos explorando cosas nuevas... sin duda una sima a visitar. Ambos (grupos) no muy motivados por la fuerte lluvia a hacer lo que cada uno tenía pensado, quedamos para hacer algo mas cerca del coche, alguna cueva que al menos nos permitiese entrar secos, y que de paso, pues tuviese alguna incógnita. Tras ver diferentes opciones y un par de llamadas, Toñín y David aceptan cambiar de palnes y junto a capitán, que también se venía con Mumy y un servidor, decidimos ir a la Cueva del Puente Inguanzo y dar una vuelta para de paso, revisar un tiro de aire bastante interesante, y quien sabe...
Ya ni recuerdo la última vez que entré a esta cueva, y digo recuerdo ya que durante los casi 10 años que viví en Cabrales, la visitaba muy frecuentemente. Si algo interesante tiene esta cueva, son unas bonitas y escasas formaciones azules, que para el que nunca las haya visto, pues tienen su gracia y están muy bien. Por otro lado y aunque tiene zonas estrechas, la cueva es relativamente cómoda y con unas gateras de arena de playa bastante graciosas, aunque lo mejor sin duda es, su corta aproximación en escasos 5 minutos.
Tras dar vueltas por las laberínticas galerías y mirar muchas variantes, todas ellas ya exploradas, fuimos a ver y revisar la zona donde mas tiro de aire hay. Unas cuantas gateras y pasos bastante graciosos separan la zona mas amplia de la cueva de una zona estrecha con bastante corriente de aire. Sin duda y aunque esta situación ya la viví años atrás, quedamos con buenas sensaciones y claro está, para volver, eso si... como comodín ante días de mal tiempo ya que bastante trabajo tenemos en nuestras respectivas zonas.
Unas cuantas fotos y aunque sea en una cueva, cosa no muy extraña por otro lado últimamente, sirvió mas de reunión entre amigos tras el fin de año, que de otra cosa......
Como apunte gracioso y peculiar, celebramos a nuestra manera el nuevo año con una buena sidrina cortesía de Toñín!! sin duda, sabe mucho mejor ahí que en cualquier mesa.
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