Dicen que al mal tiempo buena cara... nosotros optamos por las cuevas, sin duda el mejor refugio ante el mal tiempo
No está demás descansar los brazos tras unos días ininterrumpidos de escaladas y ferratas.
Esta semana tocó visitar varias cuevas, entre la que destaco la siempre impresionante cueva del Tinganón. Situada en Llovio (Ribadesella), es sin lugar a duda una de las grandes cuevas del concejo, apta para cualquier participante, claro está si contamos con el trabajo de un profesional.
Recordemos que las cuevas son uno de los lugares y actividades mas complejas y peligrosas que tenemos en nuestras montañas, si se carece de experiencia y material para ello. Con un profesional pues suplimos esto para transformarlo en una experiencia única e inolvidable.
Hacia ya unos años que no visitaba esta cavidad. Impresiona su entrada y salida, puesto que es una travesía.
Muy divertida ya que hay que seguir el curso activo de un rio, superando bloques a modo de trepada sencilla. En el retorno, podemos hacer algún rápel por comodidad o ampliar un poco la variedad de la actividad.
Quizás lo peor es el encontrar mangueras y demás tubos para el agua, que recogen la misma de este río para fines me imagino de cultivo o ganadería. Si la manguera estuviese escondida o colocada de manera mas discreta seguro cambiaría el paisaje, ya que podemos ver diferentes ruinas de molinos y cabañas, además de pozas y saltos de agua muy guapos.
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