Las 3 Dinamitas 140 mts 6b+/c.


En muchas ocasiones no hay dos sin tres. La pared de Covanceli, conocida así por su cueva, refugio de cabras y ahora también de escaladores, nos ha regalado a la comunidad tres preciosas e inesperadas vías.

Ésta y "La vida en 4 letras" me han ayudado a poder, eso sí con el frontal y escasas horas de sueño, desconectar y saciar mi necesidad de controlar mi cortisol y de paso, pensar.

Cada día soy más consciente que abrir nuevos caminos es peligroso, da igual si se divulgan o no, total hoy en día la lectura está en desuso o infravalorada, solo importa esos números y letras que aparecen al lado de la linea que marca a donde has de ir, o se recomienda ir, olvidando el medio en el que estás.

En esta vía he de decir que tuve dos sustos. Dos amenazantes bloques cortaron mi paso sin darme otra opción, que rezar y encomendarme al Santísimo. No pasó nada, bueno si, disfrute tirándolos y viendo como rodaban pedrero abajo, y viendo también como de no haber tenido suerte, yo podría haber rodado por el mismo camino con ellos, que cosas tiene la vida, poder ver en directo cuál hubiera sido tú destino.


Lejos de abandonar, seguí, comprendi una vez más que llegar allí con la mochila llena es también aceptar ésto, que aunque pueda parecer de idiotas, no es nada más que aceptar las reglas de la naturaleza, de algo te te aporta más que cualquier relación personal.

Ahora la vía está limpia, lo cual no garantiza el 100% de que algo ajeno a nosotros puede ocurrir. El viento, los animales, la roca, más viva de loque creemos, puede cambiar nuestro entorno. Si no queremos esto, lo mejor es la opción de la resina, que a aveces ni tampoco ya que las presas también giran.

Una vez más, me siento afortunado de vivir aquí y de poder escaparme como el que sale a comprar el pan, a ganarle unos metros a una nueva vía. No hay truco, solo la oportunidad de poder hacerlo.

En cuanto a la vía, la roca es lo de siempre, maravillosa. Aún así y aunque en algún punto en concreto donde me asegure a un bloque dudoso, añadí algo para evitar hacer lo mismo, ya que no cambia la dificultad de la vía, y si, la consecuencia de una posible caida.

Lo más bonito de la vía, es su recorrido en busca de calidad evitando las dificultades de techos y desplomes, me encanta como la roca te guía de canto a canto amable.

No hice fotos ni selfies, ya que podrían cambiar el sentido de esta apertura, aunque espero volver con alguien para repetir y quizás, hacer alguna foto. También quedará una bunea jornada de limpieza. Si alguien lee esto y va, que avise y le digo si ya está totalmente limpia.

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