De Poncebos, al Eru Main por el "juracau la verde". Alpinismo verde!


Sin contar con ello y gracias a la vuelta del sol a los Picos, volvemos al Cares a seguir descifrando caminos y pasos de esos que te ponen cardíaco, y en tu sitio.

Casi por sorpresa y tras varios días seguidos de escalada, llamo a Eduardo Díaz para ver si le apetece dar una vuelta por el monte y hacer unas fotos. Como siempre, tiene buenas ideas y mil planes en la cabeza, algunos no aptos para cardíacos.
Puente la jaya y cabaña que marca el inicio de nuestra ruta.
La semana pasada, tras la vuelta por la canal de Llamero y "Arandanales", creíamos dar por finalizada la temporada de esta afición tan rara que tenemos, una de ellas claro. Cosas de la vida, la nieve quedo en la parte alta de los Picos, y aunque ya caen buenas heladas y rosadas, las cuales humedecen mucho el monte, aun se pueden intentar actividades de este tipo, aunque de manera mas precaria que cuando esta todo seco.
Eduardo en las primeras trepadas de la parte baja
Tras ya unas cuantas rutas juntos siguiendo pasos y caminos antiguos de pastores principalmente en la vertiente del Cares.... podríamos decir que tenemos gran fijación en uno, aun vivo y que sin duda ha recorrido las partes mas expuestas y peligrosas del Cares, muchas de ellas quizás, tan solo recorridas por el. 

Bernardo, el Reinhold Messner de la garma!!!
Trepadas de la parte baja
No recuerdo si tras bajar de Sedalis, o los Arandanales... Tropezamos a Bernardo en Arenas de Cabrales, junto a Tino mi "tío". Charlamos un buen rato a cerca de pasos y caminos ya olvidados, muchos de ellos recorridos por ambos y sus familias. Tino seguro es uno de los que mejor conoce el Cares desde Culiembru a Caín, mientras Bernardo es el gran conocedor de la vertiente opuesta y alrededores de Poncebos. 
Eduardo en mitad de la primera parte antes de llegar a la base de la aguja
Seguro pensaron que estamos mal de la cabeza, ya que para ellos era algo obligado en el cuidado de cabras y rescates de ambas cuando se engarmaban. Son zonas muy complicadas y expuestas, por ello quizás les resulte extraño, que alguien por gusto vaya a conocerlas, con lo que ello conlleva.
Pasos estilo Cainejo
Eduardo, ya me había comentado una vez la posibilidad de acceder a Peña de Main, mas concretamente al "Eru Main" desde Poncebos por la parte de la aguja "Alfonso Martinez". Des abajo esa zona parece infranqueable y " mete miedo". 
Camarmeña y su "mitica" bóveda
Casualidades de la vida, en uno de tantos caminos de los que hablamos con Bernardo, sale uno que coincide con la idea de Eduardo. Aunque Bernardo es un tipo reservado y de pocas palabras, nos cuenta "cuatro" cosas a cerca de este camino o mejor diría escalada. De entre todo lo que nos cuenta, nos quedamos sin duda con el dato de que posiblemente solo el, una vez y otro cabrero de Tielve (creo que un tal "titi") subieron por allí. A la hora de describirlo, decía que era muy malo y quízas el peor sitio donde se metió.... Vamos, que es como si quieres escalar una pared, donde un Iker Pou o Alex Hubber por ejemplo, se han bajado o como yo digo, fibrilado.... Puede sonar gracioso, alguno seguro le causa gracia y risa este tipo de comparaciones, pero solo hay que ir a intentarlo. La realidad, es que no se ven a muchos montañeros o escaladores por esos lares.
Bonitas paredes, algunas aún por descubrir
Con una mañana muy fría y una importante rosada, ponemos rumbo a Poncebos sin muchos datos técnicos. Tan sólo sabíamos que una de las referencias era el conocido " juracau la verde" al cual tendríamos que acceder para dar con el paso clave y mas expuesto y peligroso de la ruta, y quizás de todo el desfiladero del Cares.
Camarmeña y la Central de Poncebos
Salimos a pié, y cometemos nuestro primer error, no hacer una foto desde Camarmeña a la zona para así orientarnos, sin duda la echamos de menos. La foto la hicimos a la vuelta.
Trepadas con la aguja ya muy visible
Cruzamos el puente la haya para acceder a la cabaña tan característica que marca loa inicios de la canal del Texu. En este punto tenemos que cruzar el rio Texu, el cual baja caudaloso y nos hizo dar unas cuantas vueltas para ver por donde podríamos cruzarlo.
Eduardo en mitad de un largo y vertical espolón.... como mola escalar sin cuerda, aunque un fallo.... esta foto corresponde a la bajada
Tras cruzar el rio, tenemos que ir en busca de un sistema de canales y espolones situados debajo de la aguja Alfonso Martinez, a la base de la cual tenemos que acceder para comenzar el ascenso al "juracau la verde", camino que no conocemos ni sabemos su acceso. Vamos, que íbamos a vista al 100%.
Una de las tantas huertas donde paramos a replantear la subida.... menudo caos
Utilizamos una especie de espolón rocoso para acceder a una gran huerta a los pies de la aguja Alfonso Martinez. Escalada sencilla y muy divertida, claro que a " pelo". En nuestras mochilas y como viene siendo habitual en nosotros para este tipo de actividades, tan solo llevamos un poco de agua, comida y abrigo. Por cuestiones éticas, cada uno tenemos nuestras rarezas.... No llevamos material, ya que así lo hacemos como los pastores de antaño o si no, pues nos damos la vuelta. Para mi es cuestión de respeto y humildad.
Llambrias psicológicas
Una vez en la base de la aguja, vemos una especie de canal muy vertical que sube de manera directa al juracao. Cerca de ella hay un árbol grande que sirve de buena referencia. Empezamos a ascender por ella como si escalasemoa cualquier pared de roca. Esta vez, la hierba patina, rompe y no da tanta fiabilidad como en otras ocasiones. Tras subir unos metros muy verticales, vemos que se pone completamente vertical y tan solo tenemos musgos como opción de agarre. Tras bajar y subir dos o tres veces intentando variantes, lo dejamos por imposible.
Un botino y psicologico paso aéreo, esta foto es ya de la bajada... vamos.. que peor aún
Estudiamos el terreno y nos acordamos de la foto que tendríamos que haber echo antes de salir desde Camarmeña. Por nuestra derecha, vemos una gran "huerta" bastante factible de cruzar, con lo que para allá vamos.
Eduardo y Camarmeña
Cruzamos la huerta, esta mas larga de lo que parecía hasta ponernos al pie de un espolón de roca y hierba. La roca tiene buen canto y adherencia, con lo que ni lo dudamos, para arriba!!
Para mi, uno de los pasos mas expuestos que hicimos....
Escalamos muy rápido y sin mirar para abajo, casi que mejor... Hasta llegar a otra huerta o especie de vira que sube ascendente de derecha a izquierda en dirección al Juracao. Aquí si miramos para abajo, y el vacío y verticalidad por donde subimos con perdón, acojonaba... Sobre todo en el caso de tener que bajarlo.
Añadir leyenda
Seguimos nuestra escalada por la vira hasta uno de los pasos mas expuestos y psicológicos de la ruta. Sin ser difícil, tenías que fiarte de tapines y roca suelta con no se.... Unos cientos de metros de caída bajo nuestros pies... Encima el paso hacia que al principio, saliese al vacío .. Después ya mejoraba, aun así no te puedes caer.. Bueno... Desde la base de la aguja hasta el Juracao, una caída significaría acabar cerca del río Cares.
Tras este paso, llegamos a otra zona de descanso donde tendremos otro paso muy vertical aunque mas protegido. Parecía cualquier paso de V de una escuela de escalada... Ahí esta para verlo.... aunque quizás sea un exagerado.
Central de Poncebos, y la aguja Alfonso Martinez y su roca alucinante
Tras este resalte que solventamos sin problemas, continuamos la escalada de nuevo delicada hasta llegar a una arista cimera muy muy estrecha y con caídas vertiginosas en ambas vertientes. Estábamos justo encima del juracao.
¿Una "R"? en un arbol ya casi en el juracao la verde
Este no era nuestro plan, según las pocas indicaciones que nos dio Bernardo. Desde nuestro punto era imposible seguir, con lo que no quedaba otra que bajar por donde habíamos subido. Antes, observamos la zona por donde supuesta mente esta el paso clave y mas peligroso de la ruta, y se veía casi imposible, yo aun no me lo creo.
Otro pasito tonto y delicado
Comenzamos a destrepar, y como no, lo mas complicado era recordar por donde habíamos subido ya que el terreno era tan caótico e igual, que era difícil tomar referencias. Logramos bajar a una de las Viras que teníamos de referencia para ver si desde allí podíamos acceder al propio juracao. Vueltas y vueltas.... El tiempo se echaba encima y bajar de allí con poca luz, era casi un suicidio.
Juracao la verde y el Picu, desde Camarmeña
Tras unos minutos de meditación en mitad de una gran montaña vertical tapizada de verde y gris, decidimos bajar a la base de la aguja.
Ya en las trepadas de bajada al cares
Lo peor de nuevo es recordar por donde subimos. Bajada lenta y muy muy delicada. Era como si subes una vía en Fresnidiellu por ejemplo, y después la tienes que des trepar, claro sin cuerda y a distinta dificultad, pero.... Aquí lo peor era que la hierba estaba mojada y no te podías fiar. Momentos así, es cuando te alegras de escalar y tener algo de técnica y coco...
Tras llegar de nuevo a la base de la aguja, intentamos buscar mas opciones, pero pronto nos quedó claro no no había mucho donde elegir, con lo que entre esto y que ya la noche se nos echaría encima en el caso de intentar subir por otro lado, decidimos bajar
Canal de la Bobia y la Rasuca
Para bajar de nuevo al rio Cares, decidimos utilizar un camino diferente al de subida. desde la base de la aguja, pasamos a una canal muy marcada que está al otro lado de la misma (a su izquierda según la vemos de Poncebos), por un paso muy sencillo y peculiar.
Juracau la Verde, y cima sobre el mismo donde llegamos en una aventura guapa guapa
De nuevo sin saber muy bien si tendría salida o no, des trepamos unos cuantos metros fáciles por una especie de espolón de roca buena y no muy vertical. A cada paso que dábamos íbamos viendo que poco a poco tenía salida fácil hasta llegar al río Cares.
Aguja Alfonso Martinez
De nuevo a los pies de un caos de espolones, canales y huertas, retornamos al coche cruzando el río Texu para seguir la calzada que baja de Bulnes y volver así a Poncebos.
Canal-Huerta al pié de la aguja
Tras regresar al coche, subimos a Camarmeña a tomar algo y hablar de la zona con los lugareños y de paso, hacer una foto para ya orientarnos y asimilar por donde habíamos subido.
Camarmeña y el Cuetu Pan de la Cal
Como era de esperar, nos tacharon de locos, aunque ya nos conocen por esos lares así que nada nuevo... Nos estuvieron siguiendo con prismáticos todo el día sin saber cual era nuestra idea.

Efectivamente, nos cuentan que tan sólo bernardo y quizás un pastor de Tielve, subiron por allí al Eru Main, pero que fué una locura y por supuesto no repitieron, eso cuentan.... Nosotros no pudimos salir arriba, ya que nos pasamos la entrada al paso clave. Estuvimos mas alto que el paso, este muy muy expuesto que da lugar a un terreno mas sencillo ya cerca del Eru Main. Tenemos motivos para volver, aunque antes hay que sacar buena información de Bernardo, si la quiere compartir claro está.... 
En rojo, nuestro camino de subida y bajada (la bajada desde la aguja la hicimos por otra canal-espolón, a la izquierda...) en Amarillo canal muy vertical por la que subimos y nos dimos la vuelta...
Lo que tenemos claro, es que desde el punto mas alto al que llegamos, el terreno se veía casi imposible de subir sin cuerda o medios de seguridad, pero la vista a veces engaña... si o si imponía un respeto brutal. Si volvemos, lo comprobaremos hasta donde nuestra mente aguante. Una pena ya que nos quedamos a muy poco de salir al Eru Main y completar así otra fantástica ruta... pero a veces toca darse la vuelta, y tan contentos!!

Como reflexión, me quedo en cuantos montañeros, escaladores y alpinistas hemos visto a Bernardo sentado en el murallón, con apariencia de un pastor cualquiera que no viste grandes marcas de montaña (ni grandes ni pequeñas...) pasando desapercibido y seguro escuchándonos a muchos en los bares, del como conocemos Picos y las grandes actividades que hacemos... sin embargo este cabrero es quizás el mejor conocedor del Cares y ha realizado los pasos mas expuestos de todo Picos sin cuerda claro..., siempre con humildad, al igual que Tino. A veces la dificultad no sólo está en la alta montaña, ni en las grandes paredes de hielo o roca... sino en algo mas básico y vulgar dentro de lo que consideramos dificultad o importancia. Si nos basásemos en estadísticas, está claro que las actividades de Bernardo son casi únicas y exclusivas a unos pocos "locos" que nos interesamos, y a veces atrevemos a repetir sus pasos. 

Todos mis respetos y admiración hacia el, no somos nadie!!

1 comentario:

  1. La Aguja Alfonso Martinez la abrimos creo que en Agosto del 1973 Pedro Antonio Ortega"El Ardilla"+)
    y yo, J.Felix UrueñaCuadrado con la presencia en Poncebos de nuestro querido amigo Alfonso Martiñez. En prueba nuestra amistad y cariño le pusimos su nombre.

    ResponderEliminar