Seguimos contando nuestras exploraciones por Bolivia, y turno para el último barranco que exploramos (no la última actividad realizada).
Tras explorar y abrir la parte baja del "Rio Negro" que sin duda nos dejó muy buenas sensaciones y momentos, tocó el turno para uno de esos barrancos ocultos que por sus zonas tan encajonadas, oscuras, y exuberante vegetación, pasan desapercibidos tanto en el terreno como en los mapas.
Barranco muy cercano a la Comunidad del Vagante, donde gracias a una pista que conecta ésta con otra comunidad, es posible acceder si no muchos problemas a la cabecera del barranco.
Esto no significa que sea fácil, ya que ademas de tener que cruzar varias plantaciones de "coca" intentando pasar desapercibidos (dificil) y mostrar un mínimo respeto para que la gente local (con razón) le parezca mal o sospechoso. Hay que destacar, que seguro muy pocos allí han visto "especímenes" antes como nosotros.
Pese a que como bien comento existe una pista que te facilita mucho la aproximación, tocó meterse a la selva en nuestro descenso hacia el cauce del río.
Machete en mano y como si fuese un "tobogán infinito" por una ladera muy vertical, donde incluso la cerrada vegetación te ayudaba y frenaba en el descenso. Lo peor, es empezar a pensar en la serpiente de cascabel o la "Coral" que habita esta zona. Estando allí, pues no queda otra que ni pensarlo y poner muchísima atención.
Pese a que inicialmente la información que teníamos a cerca del nombre de éste rio llamado "La Cantera", Lucio averiguó días mas tarde, que se llamaba la "Garganta del Diablo", algo que sin duda identifica las características del lugar.
Que rabia da, cuando te encuentras un lugar o barranco como éste y tanto la luz como la cámara y condiciones en las que te encuentras, son "malísimas".
Lejos de buscar una excusa y pese a que en las fotos que mas abajo veréis se puede apreciar un poco como es el barranco, es el típico lugar "infotografiable" y donde la escasa luz, prisas por explorarlo sin que llegue la noche, el agua, humedad, el vao y condensación y la cámara empañada cada poco y sin un trapo seco para des empañarla, pues hace que no puedas hacer fotos a la altura del lugar.
Con un día soleado, trípode y horas para cada encuadre pues... seguro saldrían mucho mejor.
Por hacer un resumen general del barranco, diría que es uno de los barrancos mas estrechos y oscuros que haya descendido.
Largos y numerosos pasillos, con grandes paredes que en su parte alta se llegaban a unir y dejaban entrar muy poca luz. En varios momentos valoramos incluso encender la frontal.
llevaba agua y por suerte su caudal era el "normal". Apuntar que éste descenso con mucha agua o previsión de tormentas es un "suicidio", ya que tiene estrechos obligados donde a penas las paredes están separadas a mas de un metro.
El barranco comienza con una zona de estrechos cortos y con paredes no muy largas. Estrechos que se alternan con zonas abiertas donde encontramos los primeros rápeles
No recuerdo en total cuantos ráppeles descendimos, creo que alrededor de 18...
Inicialmente recibe el nombre de la "Cantera" porque en su tramo medio, hay una cantera "secreta" de Pizarras... flipamos cuando la vimos ya que incluso Lucio no sabía nada.
En cuanto a la longitud, es un barranco que creo supera los 2 kilómetros, aunque de momento no tenemos la topografía (como se nota la falta de Javito!) pese a que creo Eduardo Gómez algo apuntó.
Si que es cierto, que se hizo mucho mas largo de lo que preveíamos y los últimos 500 metros se hicieron eternos,
Muchas instalaciones y roca muy resbaladiza que ralentizaba la progresión.
El último estrecho antes de llegar al río principal, es un brutal pasillo super estrecho (casi hay que pasar de lado) con bloques empotrados que incluso hacen que tengas que "medio" gatear, y que en ese punto pasa por encima la carretera.
Aquí dejo mas fotos... una pena la calidad, pero "ye lo que hay!"
No hay comentarios:
Publicar un comentario