Volver a Montanejos siempre es bien. Esta vez la vuelta ha sido junto a Cristina en busca del disfrute de la cordada.
Inevitablemente y algo que siempre te hará volver, ha sido esa inevitable mirada hacia un buen puñado de líneas que nada tienen que envidiar en belleza y exigencia, a otras zonas conocidas del país.
Si algo caracteriza a Montanejos es la comodidad. Accesos cortos en general y vías para todos los públicos, más en estos últimos años donde ha crecido de manera muy considerable el número de chapas y vías dejando aún lado esa "fama" y áurea que tuvo de siempre este lugar de vías "old school".
Otra gran virtud es la posibilidad de escalar en sombra o sol a gusto o necesidad del consumidor, gracias a la variedad de vías y orientaciones. En total he leído que hay más de 2000 vías!
Siempre es de agradecer a amigos y conocidos de las RRSS las buenas recomendaciones que te dan. En esta salida destaca un lugar que me ha dejado "loco", las fisuras del estrecho. Hasta la fecha, nunca había pasado más allá del barranco de la Maimona.
Quizás el único pero de esta salida fue no poder ver y escalar con Guillem. Tenemos que volver juntos ya que hay muchas cosas que hay que hacer y probar. La parte positiva sin embargo y ajena a nuestras escaladas, fue coincidir y conocer a esos buenos amigos de tus buenos amigos que siempre aparecen en alguna de estas salidas, en este caso a Guille y demás amig@s de Murcia. Ojalá pronto nos volvamos a cruzar.
A modo de resumen y con una previsión de muy buen tiempo y calor, adaptamos las vías a el cada vez mayor handicap de la escalada, el calor.
Comenzamos de tarde tras llegar en el día desde Madrid con la vía "Cornelius Moliarte", entrando por un largo de placa muy muy fino y apretón que no sabría decir que vía era. Vía guapa cómo primera toma de contacto, aunque el sol nos castigó a base de bien (y nosotros sin agua, ya nos vale...).
Una que no podía faltar en esta salida era la gran clásica "Pericondiro Tragal". Sin lugar a dudas lo más destacable, es un impresionante largo en travesía.
Que caprichosa es la roca y aunque esta ya muy sobada, es una vía que hay que hacer. El último largo también es precioso.
Visitamos el sector de las fisuras y allí hicimos varias vías. Empezamos por una muy muy bonita llamada "Marcando paquete". Aunque algún largo está muy lavado, sobre todo el paso duro del L1 y la salida de L3, el ambiente y belleza de las fisuras es tremendo, sin más, me quedé "to loco" por este sector y su vecino. Lo malo, ese trenecito que cada poco perturba la tranquilidad de un lugar tan idílico como este.
Otra gran clásica y probablemente la más sencilla, es "Cristal Oscuro". A destacar el penúltimo largo, belleza y ambiente.
Una que me gustó mucho también fue la "Blade Runner". Impresionante su segundo largo.
Lo bueno de este sector es que también puedes hacer solo primeros largos, algunos muy largos y bien guapos, como "Madelman", "El Moustro está ciego" o "Contigo al fin del mundo". Cierto es que me quedé con ganas de hacer más aunque sin queja, así que si o si hay que volver.
Una gran clásica que no podía faltar pese al calor que daban es "Monsieur". Una primera parte que "ni fu ni fa"... Ahora la segunda y en especial su largo duro, guapo guapo. Creo a esta pared volveré algún día seguro ya que se ven líneas realmente brutales.
Otro de los objetivos del viaje era conocer el Risco del Morrón, más aún con su bendita orientación norte. Allí hicimos "La central del Morrón". Pared y roca peculiar, en mi vida vi tantos puentes de roca u opciones a ellos, no solo en esta vía sino en sus vecinas también. Bajamos por la nueva línea de rapeles, muy cómoda y muy bien equipada con químicos. Bajando vi a la izquierda una vía que estoy seguro volveré para hacerla.
No estuvo nada mal para tres días y medio de escalada. Que pena que esto esté tan lejos de casa, ya solo tengo ganas de volver con el Bro y meterle un buen meneo a los pepinos de la zona.
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