Siempre que hablamos de promoción aparece la sombra de la masificación. Sin embargo, el estilo, compromiso y dificultad obligada de las vías que hasta la fecha s están abriendo en la zona, hacen que el porcentaje de escalador@s que puedan estar allí escalando a diario, sea mínimo y ridículo, incluso si hiciésemos un cálculo anual.
Estamos en un momento donde la escalada ha tomado una clara dirección, o al menos en cuanto a lo que la mayor de la gente quiere o busca, algo radicalmente opuesto a lo que aquí estamos desarrollando. ¿Cual es la mejor dirección? pues ninguna, la clave siempre es, disfrutar y respetar.
Tres escalador@s de Bergara que aunque allá donde van siempre pasan desapercibidos y eso que ya tienen mucho abierto, se animan a visitar la zona y me comentan si no me importa que abran una vía, a lo cual les respondo... ¡que me va a importar! y sobre todo... ¿Quién soy yo para vetar o controlar una zona?.. pues NADIE.
El resultado de ésta pregunta ha sido una preciosa vía, o mejor dicho joya, de esas que si vas con la idea de encadenar, te deja bien fino para un rato. Una línea excelentemente abierta, con mucho gusto y aunque sin grandes caídas, obligada si se quiere salir por arriba.
El nombre de la vía es muy significativo "SOBAOS, QUESADAS Y CASADIELLES CON LECHE" que en 100 metros de recorrido, tiene una dificultad máxima de 7b y alrededor de 6c obligado.
Por cierto, está a 5 minutos del coche! si el Ayuntamiento de Cabrales y cia claro no vuelve a cortar el acceso al Cares en coche.
Quedo con Raul de "Picos a vista", gran amigo y compañero de profesión y escalada. Hace demasiado tiempo no nos vemos, y aunque teníamos unas cervezas pendientes para ponernos al día, que mejor que abrir boca que con una escalada previa.
Nuestra idea era hacer dos vías en el Cares, pero el calor y humedad, hizo que finalmente escalásemos esta joya, que ya nos dejó bien a gusto, al menos de pies. La vía contaba sin repetición y aún por encadenar, los grados propuestos como siempre, eran orientativos.
El primer largo (V+) es una travesía sencilla, que acaba con un pasito donde post apertura, añadieron una chapa. Aunque es el largo mas fácil y estamos aún cerca del suelo, la roca ya empieza a ser magnífica.
El segundo largo (6c) es un diedro ciego precioso, técnico y de esos que por mucho biceps que tengas, o sabes moverte bien o te tienes que bajar. Personalmente me flipó... y aunque con chapa, hay que pararse a meterlas y hay puntos donde no me gustaría caerme con taladro en mano, si fuese yo el abridor. Me pareció un poco mas fácil.
El tercer largo (7b) es el mas difícil de la vía y aunque con chapas relativamente cerca, tira para atrás y hay que escalarlo de principio a fin. Con la idea como siempre, de intentar encadenar la vía "a vista", escalo muy bien la parte mas difícil, que sin magnesio es otro level, teniendo en cuenta de como es la roa y pared... y ya saliendo y en una zona no muy dura, me rompió un canto, con lo que tengo que volver.
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Independientemente de esto, es un largazo con un ambiente brutal.
El cuarto largo (6a) es un largo de esos que probablemente cuando te encuentras, no te lo crees. Largo en travesía sobre chorreras y gotas de agua, con salida extraplomada y agarres tremendos. Una paranoia de largo sin duda, y de nuevo precioso.
Tras acabar la vía, nos bajamos en dos rápeles de 35 metros muy justos, con lo que lo ideal es ir con cuerda de 80 metros, ya que con cuerda simple se hace muy bien.
Otra joya mas para el valle, ideal para combinar con otras vías o para media jornada. Enhorabuena a los aperturistas y ¡gracias por este regalo!
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