Hace mas de 20 años, junto a mi buen amigo Isaac, visitamos una de las paredes mas llamativas y espectaculares del desfiladero del Cares. Una pared que cualquier persona con ojos de escalador ha mirado mientras conducía hacia Poncebos, una pared mas lejana de lo que parece y eso que desde la carretera ya se ve lejos.
Hace unas semanas volví a visitar esta pared para estudiar alguna línea que me pudiese llamar la atención. De paso y por si acaso, subí algo de material para dejarlo alli "escondido"(esconder algo allí es cuanto menos gracioso ya que ¡quien coño va a subir alli!) por si soanaba la flauta (algo muy probable) y viese una línea que me motivase lo suficiente como para planetarme volver ya con la "casa" a cuestas.
La pared es visible desde un aparcamiento que hay justo entre Arenas de Cabrales y Poncebos a mano izquierda según subimos. Aparcamiento acondicionado para los usuarios del Funicular de Bulnes, pese a estar a algo mas de 3 km de distancia a Poncebos.
Desde el parking, es visible una imponente pared repleta de formas y techos muy caracteristcos. Un poco mas baja y a su derecha, se aprecia otra pared mas tumbada y muy fisurada. La zona del parking se conoce como "Obar".
Desde el parking cogeremos un camino muy empinado que recorre una ladera de roca cuarcita y helechos en su inicio, éste bien pisado gracias a una carrera de montaña que se celebra en la zona. A la derecha segun subimos, veremos un barranco - canal muy característico que llega al parking.
Tras subir toda la zona de cuarcita, iremos a "estrellarnos" contra la primera pared que vemos. Justo ahí, nos desviaremos hacia la izquierda (aguas abajo hacia Arenas) caminando por su base hasta llegar a un espolon de roca donde dejé varios Hitos. En ese punto, cruzaremos un sedo (camino de pastor) de roca para pasar al otro lado y bajar con cuidado a una canal donde se aprecia el camino en un tramo de pedrero. Tras este, subiremos trepando con cuidado hasta la canal que baja de la pared, para luego seguirla ya de manera evidente hacia la misma.
Aunque en un primer momento mi idea era abrirla en solitario, le planteé la idea a Guillem con la idea de vernos por encima de incluso escalar, pero éste no pudo venir. Finalmente pude cuadrar con Ibra que por otro lado, teníamos pendiente vernos y juntos abrir otra preciosa vía de aventura, ésta de las buenas buenas.
El lugar es salvaje y solitario. Las vistas son increíbles, escalando con el Urriellu, Torrecerredo y Cabrones de fonde entre otros, además de todo el valle de Poncebos, la que Ibra llama "Green Capital". Como no podría ser de otra manera, hemos querido dejar la vía en sintonía a todas estas características.
La vía ha quedado tal cual se abrió salvo dos chapas que recolocamos para quitar roces y mejorar el chapaje. Hemos limpado lo justo, ya que aunque la roca es muy muy buena y los muros batante limpios, de alguna manera mantiene la dificultad que hemos tenido en la apertura, que aun asi no es lo mismo, pero cuando abres y limpias muy a fondo, objetivamente no es ni de lejos lo mismo.
El corte de la vía es un corte mas tradicional y de aventura. Que nadie se deje engañar por los grados, ya que hay que escalar con varios distanciados (especialmente el primer largo) y donde hay zonas que está desaconsejado por no decir prohibido caerse.
Mientras abriamos la via como siempre hacemos en todas, no dejábamos de decirnos cosas como "aqui dejaremos esto limpio, arregalremos esto, etc... para cuando venga la peña este todo guay..." acto seguido nos miramos descojonandonos de la risa pensando ¡quien cojones va a venir aqui!.
Esta es la tónica de muchas grandes vías que hemos abierto, donde nos hemos dejado la piel limpiando y mejorando cosas y aún están sin repetir.
Los largos mas difíciles son los mejores y en general hay que dominar muy bien el arte de la auto protección. Mención especial para el penúltimo largo.
El descenso se hace en rappel por la vía hasta la R2, desde donde se rapela al recto a una reunión ajena a la vía y de ésta al suelo. De la R3 a la R2, tendremos un rappel peculiar pasando por un agujero debajo de un arbol grande.
Siempre digo que lo mas significativo de las vías son sus nombres. Éstos quedarán ahi para siempre, nadie los podrá ni cambiar ni alterar y por lo general, tienen una historia detrás ajena incluso a la propia escalada. Ésta está inspirada en alguien muy especial.
En la vida hay vampiros que poco a poco sin que te des cuenta te roban toda tu energia, pero también existen personas que te la regalan y cambian radicalmente la percepción de tu vida, mas cuando tu salud y motivación está por los suelos, muy en contra de lo que suele ser habitual.
Nos haría mucha ilusión alguien se animase a repetirla. Da igual si se encadena o no, ya estar allí y salir por arriba es la ostia.
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