Los mundos perdidos del Junjumia.

Dia de descanso y de nuevo nos vamos al monte en busca de caminos y lugares de esos olvidados,  donde muy pocos quizás han estado. En esta ocasión salgo de "mi terreno de juego" y me dejo guiar por Alberto Tapia en su "casa", el cañón del Junjumia y Dobra.

Hace ya muchas semanas que estamos esperando por un día libre juntos y seguir intercambiando rutas e información. Alberto que poco a poco va "cerrando" la zona del Junjumia y Dobra, pocos conocen esta zona como el..... me comenta la idea de hacer una ruta larga donde cruzaríamos varios sedos para bajar al Junjumia, e intentar explorar una canal que hasta la fecha parecía estar sin explorar a la derecha de la canal"Agua Chizidi".

Tras la canal y en el caso de subirla con éxito, bajaríamos de nuevo al Junjumia para volver al coche cruzando la sierra los Gurbiñales. Vamos, que íbamos a meternos una buena jupa y desnivel en el caso de que todo saliese bien.

Salimos Desde Pan de Carmen hacia Vega la Piedra por un camino muy bonito, fuera de la ruta "normal" que cruza esta bonita majada en dirección a Vegarredonda. Camino de vacas empedrado muy bonito y que sin duda hace la subida mas entretenida.

En pocos minutos dejamos atrás una bonita vista, todo el barranco del Pomperi.

En poco tiempo nos encontramos en el "Camín de la madera". Camino increíblemente bonito y armado, que en su día utilizaban para sacar madera de la zona del Monte la Cereza y alrededores.

Me sorprende las armaduras del camino, pese a que hace ya muchos años dejó de utilizarse. Ahora tan sólo las vacas y "cuatro" montañeros lo utilizan.

Que ganas de volver y dedicar un día a hacer fotos, el sitio es mágico. La visita coincidió con el otoño, pese a que las estaciones vienen algo tarde, pero estaba precioso.

Unos metros de subida y popo a poco nos acercamos a uno de los grandes miradores del Junjumia y el Dobra.

Estamos en la Collada de los Cabritales, en un extremo de la sierra los Gurbiñales. La vista indescriptible.

Desde la collada, podemos ver la parte superior de la canal que íbamos a explorar. Allí Alberto me cuenta todas sus andanzas y las dos últimas canales que exploró en solitario y que seguramente estaban sin explorar.

En el "Camín de la madera" Alberto me comenta que vería desde la Collada un pico que me resultaría familiar, y así fué. Parecía haberme tele transportado a Sao Tome ya que tenía en frente al "gemelo" del Cao Grande.

Una parada a comer y beber, y tocaba entrar en faena y bajar ya por terreno vertical y sin camino mantenido hacia el Junjumia.

Bajamos hacia la zona conocida como "Mata la Robla". Empiezan los des trepes de hierba y tapín sobre una vertical ladera donde no es posible fallar, ya que nada te pararía en una caída rodando hacía el Junjumia, cientos de metros mas abajo.

En nuestro camino y pese a que encontramos el terreno relativamente seco, vamos cruzando y sorteando varias riegas con algo de agua que nos hace la bajada mas emocionante.

Vamos perdiendo altura y poco a poco vemos una aguja muy característica a la cual, tenemos que acceder a un pequeño collado situado a su derecha. Detrás de ella se encuentran las Llampas del Jorniello, que nos conducirían hacia la unión del Junjumia con el Pelabarda, ya en el fondo del barranco.

Entre terreno franco y zonas muy tomadas, vamos encontrando restos de camino. No sabemos si de personas, animales o sin mas fruto de la imaginación o esperanza, pero eso parecía un camino!.

Decir que Alberto ya había estado en esta zona y que sería imposible dar con todos los pasos a la primera en una primera exploración. Como el bien me comentó, son muchos los días de intentos frustrados hasta encontrar todos los pasos. Sin duda me siento afortunado de poder conocer en un día, lo que a Alberto o a cualquier montañero de su talla, emplearía varios días o semanas.

Vamos avanzando y llegamos a uno de los pasos mas bonitos del día y que Alberto me dijo nada mas salir. Un bonito sedo muy marcado sobre una caída bastante importante hacia el Junjumia. No era nada expuesto pero sin duda no te puedes caer.

Una parada en mitad del sedo para asomarme con mucho cuidado y miedo al vacío que la vegetación escondía y disimulaba. Una caída insalvable.

Estamos en la canal que da paso al Collado y la aguja que teníamos como referencia. Vamos muy rápido y de momento todo estaba saliendo a pedir de boca.

Una parada a comer y beber, y en nada nos dirigimos hacia las Llampas del Jorniello y encontrar así la confluencia del Pelabarda con el Junjumia.

Las vistas son brutales. Rincones únicos y solitarios.

La bajada hacia la confluencia de rios es bastante evidente y sencilla. Tan solo un par de resaltes nos hacen usar las manos y trepar. En varios puntos, encontramos restos de camino muy marcados.

Ya cerca del Junjumia, aparece a nuestra derecha la ladera y barranco del Pelabarda.

Barranco del Pelabarda.....

Estamos en el Junjumia, claro está sin neoprenos ni material de cañones eh!! que grandes recuerdos ya pre históricos. Hoy en día como el resto, este barranco está prohibido al estar dentro de Parque Nacional.

El Junjumia es de esos lugares mágicos y tan solitarios como que con perdón, "acojonan" un poco. Alberto ha estado aquí varias veces solo.

Para mi sin duda hay que tener muchas agallas y valor para enriscarse en esta zona solo, donde un mínimo problema o pérdida del camino podría suponer la muerte, o al menos pasar un muy mal rato. Quizás suene exagerado pero no me imagino pasando una noche allí "a pelo" y perdido.

El desfiladero del Cares es sin duda inmenso y seguramente tiene los pasos y sedos mas difíciles de la Cordillera Cantábrica. Una ventaja que tiene el Cares, es que su amplitud y escasa vegetación hace que te puedas orientar relativamente bien. La senda del Cares también ofrece una seguridad importante ante cualquier problema, ya que desde cualquier punto te puedes bajar y encontrar un buen camino.

Sin embargo, en el Junjumia y Dobra es todo lo contrario. Quizás no haya pasos tan expuestos en líneas generales como en el Cares. Pero la exuberante vegetación y laderas verticales hace que sea muy difícil orientarse y encontrar referencias o caminos, para mi algo vital en este tipo de zonas.

Una vez estás en el fondo del Barranco, mires para donde mires es una selva sin "salida".

El siguiente plan era remontar el Junjumia para encontrar parte del camino conocido como "las sendas" y dirigirnos así hacia la canal que queríamos explorar (a la izquierda orografíca del rio), la cual estaba antes de la canal de Chizidi y de la canal "Agua Chizidi" que Alberto había  explorado semanas atrás con éxito, y mucha adrenalina ya que fue bastante comprometida.

No salimos del rio y empezamos a trepar por laderas herbosas algo pendientes para encontrar un primer hombro y el camino de las "sendas".

En nuestro camino, encontramos una cueva gigante que Alberto no conocía. Como no entramos y nos sorprendió una gran sala. Cueva formada por roca conglomerado y que sin duda servía de cobijo para seguramente cabras salvajes.

Una parada a comer, hacer fotos y seguimos!

Llegamos al Primer hombro de roca y de nuevo las vistas son espectaculares. En esta ocasión y al estar al otro lado del barranco, podemos ver la otra vertiente.

Desde aquí tenemos una bonita vista de la zona que bajamos, desde la collada de los Cabritales hacia la Mata la Robla y Llampas del Jorniello. Bueno... realmente lo ves si lo conoces bien. Incluso habiendo pasado hace pocas horas por allí, la vegetación esconde parte del recorrido difícil de adivinar..

La panorámica del cañón del Dobra es única e inmejorable, que privilegiados somos!!

Alberto aprovecha a contarme y explicarme zonas que ha explorado y donde hay caminos realmente espectaculares y peligrosos. En este caso me enseña un camino que comunica la zona donde habíamos estado anteriormente con la majada de Gustaguerra, al otro lado del cañón.

Seguimos desde el hombro y ya en lo que parecía ser el camino de las "sendas" que nos permitia cruzar el monte Ruietu, nos acercamos poco a poco a la canal que queríamos explorar.

En esta zona encontramos partes de un camino muy pisado que en ese momento no entendíamos muy bien el porqué de repente encontrábamos algo así surgiendo de la nada. Tras llegar a casa y Alberto informarse, descubre que estábamos en un camino ancestral que comunicaba el monte Rubietu con  el monte Berezosu por el sedo Molledo.

El paso de comunicación de esta zona con el monte Berezosu, es como ya cité el sedo Molledo. Este sedo está situado a la derecha de una fuente muy bonita que encontramos. Una canal corta y vertical que se sube sin problema alguno.

Pese a que nuestro objetivo no era ese, Alberto se acerco a verlo y efectivamente, se sube y parece ser el sedo Molledo. Una gran sorpresa ya que no contábamos con el.

Paramos a recargar agua y coger aire para la siguiente parte, la canal que queríamos explorar.

Siempre que exploras algo, bien sea a  nivel personal como global, te genera una sensación de incertidumbre mezclada con nervios y mucha curiosidad. Lo peor de estos terrenos teniendo en cuenta que vamos sin material, es dar pasos que posteriormente no podamos des hacer o des trepar, y que posteriormente no seamos capaces de salir por arriba.

Si esto "acojona" yendo con alguien, imaginaros yendo solos. En esto tanto Alberto como yo ya tenemos experiencia, y las que nos quedan....

Desde la fuente, la entrada a la canal se presentaba muy vertical. Laderas muy pendientes de hierba larga que al menos ofrecía "seguridad" ya que sirve de muy buen agarre para progresar. El terreno estaba seco así que de lo malo, teníamos todas las condiciones de nuestro lado. Mojado ya es otra historia

A veces cuando miras un lugar como este, desconocido y donde no sabes que te vas a encontrar, parece mas difícil de lo que realmente es, o quizás todo lo contrario.

Con mucho optimismo le digo a Alberto que seguramente la vista engañe y que no es tan pendiente como desde nuestra posición lo vemos. Alberto me dice que que optimista soy! cuando me doy cuenta ya está encaramado agarrando hierba y tirando tapín - tracción para arriba.

Nuestro optimismo triunfó y finalmente no era tan vertical como parecía.

Tras varias laderas de hierba, estamos en el fondo de la canal. Optamos por ascenderla de manera integral aprovechando la buena roca y subirla como si fuese una chimenea.

Pasos muy guapos y entretenidos.

Vamos avanzando y por momentos la canal parece interminable. La buena roca da paso de nuevo a la hierba, pero en este caso hierba corta que "destapinaba" y no quedaba otra que ir con mucho tiento, ya que el terreno se presentaba algo mas expuesto e inseguro.

Varias paradas para levantar la cabeza y mirar.... mirar una canal tan bonita como infinita.

Estamos en la cabecera de la canal, es decir, en su final!

Muy contentos y con mejores sensaciones de las que esperábamos, paramos a disfrutar del lugar y del "logro". Mola ver la alegría de Alberto que ya pocos rincones le quedan por conocer de esta zona.

Tras saborear el "triunfo" decidimos bajar de nuevo al Junjumia por la canal de Chizidi. Realmente somos masocas.

Colores otoñales en la entrada de la canal, y al frente otro lugar que tendríamos que cruzar, los Gurbiñales.

Sin parar, bajamos muy rápido la canal de Chizidi, creo a penas necesitamos media hora. Yo utilicé la técnica del tobogán sobre hierba, para dar un poco de descanso a mi pié aunque se encontraba la verdad como nunca!

En nuestro camino y gracias insisto a los colores otoñales, encontramos rincones preciosos.

Estamos de nuevo en el Junjumia. Ahora quedaba intentar encontrar el camino original que comunica el rio con la majada de Gustaguerra.

Bingo! encontramos el camino y en menos tiempo de lo que esperábamos, estamos dirección por terreno ya muy cómodo hacia la majada de Gustaguerra.

Una parada para ver la canal de Chizidi y como no la canal que habíamos explorado. También se ve muy bien el sedo Molledo.

Estamos en la majada de Gustaguerra y asoman los Picos!

 Brutal panorámica del macizo occidental

Una parada para llamar a un buena migo y contarle la "hazaña" pero comunicaba..... así que seguimos sin a penas descanso.

En poco mas de una hora, pasamos de la entrada superior de la canal de Chizidi a Les Vidrioses, ni lo creíamos.

Damos vista ya hacia los lagos

Ahora tocaba cruzar la sierra los Gurbiñales en busca del sedo la poza.

Había que parar y disfrutar un poco de las vistas

Estamos ya cerca del sedo de la poza

Unas cuerdas y chapas de 8mm un tanto mal puestas, aseguran el sedo.

No es por criticar pero... el equipamiento en un Parque Nacional tendría que ser algo mas decente y ejemplar.

El sedo se hace bien y la cuerda a veces molesta mas que ayuda, pero bienvenida sea!

Estamos fuera del sedo y solo teníamos que bajar a Vega la Piedra y de ahí al coche.

De nuevo, una grandísima jornada donde cumplimos con creces todas las expectativas.

Muchísimas gracias a Alberto, ya que en un día pude conocer lo que seguro me llevaría meses de exploración sin conocer la zona. Ya tengo ganas de volver a conocer mas lugares y sedos del que sin duda es el gran cañón de Picos. Ahora nos toca el Cares juntos!!